Si tiene heridas en las manos, evite que contacten directamente con el preservativo, para reducir la posibilidad de contagio.

Quite y deseche el preservativo de una manera segura e higiénica tirándolo a la basura, nunca al W.C.

El preservativo es para un solo uso, por eso, utilice un preservativo nuevo en cada acto sexual o si cambia de pareja durante la misma relación. Si el material del preservativo está quebradizo, pegajoso o visiblemente dañado, no lo use.

El uso del preservativo por vía anal aumenta el riesgo de rotura. Para estos casos use un preservativo más grueso.

En caso de rotura o deslizamiento, si el preservativo es utilizado para prevenir el embarazo, es aconsejable consultar a un médico antes de 72 horas.

Si desea una lubricación adicional, utilice sólo lubricantes con base de agua, como la glicerina. No use lubricantes con base de aceites como vaselina, aceites para bebés, lociones corporales, aceite de masaje, mantequilla, margarina, etc... ya que podrían dañar el preservativo.

Se debe consultar con un médico o farmacéutico la compatibilidad de los preservativos con los productos tópicos que se apliquen en el pene o en la vagina.

Usados correctamente, los preservativos de látex ayudan a prevenir embarazos y muchas enfermedades de transmisión sexual (ETS) como sífilis, gonorrea, infecciones por clamidias, herpes genital, hepatitis B o SIDA. La utilización de preservativos no elimina este riesgo en su totalidad.

El contacto del preservativo con zonas de vello rasurado o en presencia de "piercings" aumenta el riesgo de rotura. En estos casos extremar las precauciones.

Los preservativos de látex no deben ser utilizados por personas alérgicas a dicho elemento.